La primera vez que oí esas siglas pensé: “padres siempre pringados”; pero resulta que no es así. PSP significa “Padres Scout con Promesa”. Esa promesa supone una voluntad de comprometerse con mi hijo, con el grupo y con la sociedad.
¿De qué manera?
Pues de la manera más sencilla creo yo, con la máxima disponibilidad y entrega que mis muchos quehaceres me permitan.
Si un día hay que hacer alfombra de flores, pues hago alfombra de flores, que hay que ayudar a Rosa a comprar los ingredientes para la chocolatada, pues ahí que estoy, que hay gincana, pues a pegar saltos y a escupir aceitunas.
Siempre sabiendo que mi labor es la de ayudar, no la de dirigir, que para eso están la jefa, el jefe y los “respon” que lo hacen muy dignamente y con muy poco reconocimiento por nuestra parte.
Llevar una pañoleta desde hace dos años no me hace diferente de Luisa, Sara o Juan, me hace dar un paso más hacia mi integración en el grupo, me deja la puerta abierta a reuniones como las de hoy en las que he conocido a otros PSP con los que he tomado un café e intercambiado ideas y futuros proyectos sobre el grupo scout de Puertollano.
Hoy es el comienzo de una nueva andadura del grupo y de parte de sus miembros. Sería bonito que en la próxima reunión de PSP hubiera más pañoletas y más ganas de trabajar por los ideales de Baden-Powell.
Fdo.: Emilia, madre de Luis Carrion.
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